Jesús nos enseña a través de las Bienaventuranzas que podemos vivir una vida bendecida, llena de consuelo, paz, satisfacción y en relación con Dios: la mayor bendición de todas. Kathryn Kuhlman, con sus sencillas palabras, explica que toda persona tiene la oportunidad de vivir según su propia voluntad o según la voluntad de Dios. Nos enseña cómo los hijos de Dios podemos aferrarnos a su reino ahora, por medio de sus promesas. ¿Por qué caminar solos si podemos caminar con Dios?